¿Qué es una hipoteca bonificada?
Puede que en los últimos años, hayas escuchado que el término «hipoteca bonificada» ha ganado cierta popularidad. Pero, ¿sabes qué significa realmente este concepto? ¿Tienes idea de cómo funciona una hipoteca bonificada y en qué se diferencia de otros tipos de hipotecas?
En este artículo, desglosaremos todo lo que necesitas saber sobre las hipotecas bonificadas y responderemos a las preguntas más comunes sobre hipotecas. Te detallaremos sus ventajas, las desventajas y cómo pueden influir en tu decisión al buscar financiar la compra de la casa de tus sueños. Vamos allá.
¿Qué es una hipoteca bonificada?
Una hipoteca bonificada es un tipo de préstamo hipotecario para la que el banco o entidad financiera ofrece unas condiciones especiales, como una reducción en el tipo de interés. Esto lo proporcionan a cambio de que la personas que suscriben el préstamo contraten o mantengan ciertos productos financieros complementarios con la misma entidad. Estos productos pueden ser seguros, planes de pensiones, tarjetas de crédito, entre otros.
En alguna ocasión ya nos hemos preguntado si estamos obligados a contratar seguros con la hipoteca. En realidad, lo que hacen estas entidades es usar estos productos como estrategias de fidelización para ofrecer hipotecas un poco más atractivas.
¿Cuáles son las características de una hipoteca bonificada?
A continuación, vamos a descubrir por qué se caracteriza una hipoteca bonificada.
1. Por la reducción del tipo de interés
Una de las principales atracciones de una hipoteca bonificada es el tipo de interés, que es un poco más reducido de lo habitual. Esta reducción depende del número y tipo de productos adicionales que el cliente acepte contratar a la hora de negociar la hipoteca con el banco.
2. Productos vinculados a la hipoteca bonificada
Está claro que para conseguir una hipoteca bonificada, hay que contratar ciertos productos complementarios con la entidad. Entre los más habituales podemos encontrar los siguientes:
- Seguros. Pueden ser seguros de vida, seguros del hogar o de protección de pagos.
- Cuentas corrientes o de ahorro. Aquí nos pueden exigir domiciliar recibos o mantener una cuenta con un saldo mínimo.
- Tarjetas de crédito o débito. También nos pueden pedir hacer y usar tarjetas de la entidad con una frecuencia o con cantidades específicas.
- Planes de pensiones. Es muy habitual que nos soliciten realizar aportaciones regulares a un plan de pensiones.
- Domiciliación de la nómina. Y por último, aunque no es lo menos habitual, el banco también nos puede pedir domiciliar la nómina o una cantidad fija de ingresos, mes a mes, en la cuenta de la entidad.
3. Las condiciones para conseguir una hipoteca bonificada
Es evidente: cada entidad establece sus propias condiciones y el nivel de bonificación puede variar. Por eso es fundamental leer y entender todos los requisitos para asegurarse de que se pueden cumplir a lo largo del tiempo. Tal vez sean demasiados y muy exigentes y el ahorro que obtengamos no nos compense. Hay que estudiarlo bien.
4. Flexibilidad variable a la hora de elegir los productos
No todos los bancos son igual de exigentes con la contratación de productos para bonificar las hipotecas. Algunos son más flexibles a la hora de permitir a los clientes seleccionar los productos que finalmente quieren obtener. Otros pueden plantear requisitos más rígidos. La decisión final la tendrá el cliente.
¿Cuáles son las ventajas de contar con una hipoteca bonificada?
Está claro que una hipoteca bonificada tiene sus ventajas y sus desventajas. Por eso es tan importante ponerlo todo en una balanza. De momento, vamos a ver en qué puede beneficiarte contratarla.
1. Ahorro considerable en el tipo de interés
La principal ventaja es el ahorro potencial en los intereses pagados a lo largo de la vida del préstamo. Un tipo de interés más bajo puede traducirse en pagos mensuales más amables y en un coste menor del total de la hipoteca.
2. Acceso a productos complementarios
Al contratar una hipoteca bonificada, puedes beneficiarte de descuentos o condiciones preferenciales en los productos adicionales vinculados, como seguros a precios más competitivos, servicios de manitas a domicilio o beneficios exclusivos en cuentas y tarjetas.
3. Agrupar todos los servicios financieros
Una hipoteca bonificada puede resultar más cómoda, sin duda, porque con ella se agruparán varios servicios financieros en una misma entidad. De este modo se simplificarán bastante las finanzas personales y puede mejorar tu relación con el banco. Tampoco lo pierdas de vista.
Estas son las desventajas de una hipoteca bonificada
A continuación, vamos a ver cuáles son las desventajas de contratar una hipoteca bonificada.
1. Costes adicionales de los productos vinculados
Si bien los productos adicionales pueden ofrecer beneficios, también pueden tener costes asociados. Por eso es tan importante que, antes de contratar, evalúes si el tipo de interés se reduce tanto como para compensar estos gastos.
2. La hipoteca bonificada, un compromiso a largo plazo
La necesidad de mantener productos vinculados durante la vida del préstamo puede limitar tu flexibilidad financiera y exigirte compromisos que podrían no ser siempre ventajosos. Por tanto, hay que tenerlo en cuenta y saber que, al desvincularlos, el tipo de interés puede incrementarse.
3. Penalizaciones por no cumplir los requisitos de la hipoteca bonificada
Si dejas de cumplir con los requisitos adquiridos para la bonificación, como cancelar un seguro o cambiar de banco, podrías perder la bonificación y enfrentarte, como decíamos, a un aumento en el tipo de interés de tu hipoteca.
Cómo saber si la hipoteca bonificada me sale rentable o no
Ya ves que contratar una hipoteca bonificada tiene sus ventajas y sus desventajas. Por eso ahora queremos contarte cómo puedes saber si la hipoteca bonificada te sale rentable o todo lo contrario. Veamos cómo:
1. Primero, calcula el ahorro real de tu hipoteca bonificada
Compara el ahorro en intereses de la hipoteca bonificada con los costes que tienen los productos adicionales. Puedes usar una calculadora de hipotecas para simular los pagos y el coste total del préstamo teniendo en cuenta los diferentes escenarios.
2. Revisa las condiciones de los productos vinculados a la hipoteca bonificada
Examina los términos y condiciones de los productos adicionales. ¿Esto que implica? Pues pensar bien si realmente necesitas esos productos y si podrías conseguirlos en unas mejores condiciones si los contratas por separado.
3. Evalúa si puedes cumplir los requisitos durante un tiempo largo
Asegúrate de que puedes cumplir con los requisitos de la bonificación durante toda la vida del préstamo, que puede ser bastante larga, si es una hipoteca al uso. Aunque puede ser difícil, debes tener en cuenta tus planes futuros y cómo podrían afectar tu capacidad para mantener los productos vinculados.
4. Consulta a un asesor financiero antes de dar el paso
Contratar una hipoteca es un paso muy importante, por la envergadura de la operación y la duración del contrato a lo largo del tiempo. Por esta razón, si tienes dudas, debes consultar con un asesor financiero independiente que pueda ayudarte a entender las implicaciones y comparar diferentes hipotecas.
Resumiendo, si lo que buscas es conseguir una hipoteca con el tipo de interés reducido, tu apuesta por la hipoteca bonificada puede salirte rentable. Sin embargo, es fundamental que analices las condiciones y si realmente contratar productos adicionales te sale rentable o si todo lo contrario. Un análisis a fondo te vendrá fenomenal para tomar la decisión más acertada.
fuente: habitaclia.com